Cuando tienes un amigo o un familiar que lucha contra la adicción a las drogas, organizar una intervención en adicciones a menudo puede ser una forma efectiva de ayudarlos a enfrentar su adicción y obtener ayuda. La intervención implica juntar a una variedad de personas que se han visto afectadas por la adicción en un lugar neutral y decirle a la persona cómo su adicción ha afectado sus vidas.
La intervención en adicciones no es un proceso fácil y ciertamente no es una situación fácil. Requiere una extensa planificación y reunión antes del día y saber lo que se quiere decir y cómo quiere decirlo.
Si está pensando en una intervención, primero necesita obtener la ayuda de un profesional, alguien con experiencia en el abuso de drogas y la adicción, y alguien que pueda moderar eficazmente la intervención mientras se desarrolla. Este profesional no solo puede ayudar al consumidor de drogas sino que también puede ayudarlo a lidiar con sus sentimientos sobre el asunto.
Inicialmente, puede ser aprensivo y confundido. Usted puede estar enojado o herido. Puede tener miedo de que cuando confronte al usuario acerca de sus hábitos lo odie por ello. Sepa que esta es una posibilidad real, al menos al principio. La idea detrás de una intervención es hacer que el usuario sepa que cuando usa drogas, su adicción afecta no solo a ellos. Afecta a quienes los rodean, y necesitan saber exactamente conocerlo.
No hay una forma absolutamente correcta de intervenir en la vida de otra persona. De hecho, hay una escuela de pensamiento que argumenta que cualquier forma de intervención es aborrecible, una violación de la libertad de expresión y del derecho individual a elegir. Sin embargo, como individuos y como sociedad, siempre estamos influyendo en los demás, lo queramos o no, y algunas veces decidimos intervenir intencionalmente.
Se realiza una intervención simple cuando desea que la persona con adicción a las drogas obtenga ayuda para su problema. Una intervención de crisis se realiza cuando hay un comportamiento o comportamientos que han alcanzado proporciones peligrosas, como la amenaza de muerte, el uso de armas o el arresto. El objetivo de intervención de crisis es intervenir, calmar la crisis y restaurar la seguridad de todos los involucrados.
En una intervención, toda la atención se centra en la persona con drogadicción. Se alienta a los participantes a ser completamente honestos, incluso brutalmente honestos, ya que relataran cómo la adicción les causó problemas o preocupaciones. La atmósfera será incómoda e incluso enojoso, pero esto disminuirá a medida que el adicto comienza a darse cuenta de que su adicción es más grande que él o ella.
La intervención para la adicción a las drogas es el método más amoroso, poderoso y exitoso hasta ahora para ayudar a las personas a aceptar ayuda. Una intervención familiar se puede hacer con amor y respeto de una manera no confrontativa, sin prejuicios. La drogadicción afecta más que solo al adicto. Una intervención familiar a menudo es la respuesta, la única respuesta. Y Se puede hacer ahora mismo.